UNA CAMPAÑA DE CROWDFUNDING PARA CAMBIAR EL MUNDO DE LA LITERATURA

Malvivir de las historias que podía escribir con mi vieja máquina de escribir, era lo único que sabia hacer.

Eso, y quejarme amargamente de mi suerte.

Quejarme de no haber tenido oportunidades. Quejarme y maldecir por tener que estar voceando por los mugrientos bares poemas gastados tras las esquinas de mi vida, para recibir cuatro monedas que gastar en un plato de sopa caliente.

Cambiar dibujos de clientes de última hora tirados en el final de alguna mesa gastada de horas de miseria, por un vino malo de la casa, o por un café que engañara a los huesos del frío que les esperaba al salir.

También a veces había suerte cuando apostado en parque, asaltaba parejas de enamorados y cambiaba ilusiones en textos cortos, o frases de amor eterno dedicadas con nombres pactados por el precio de un desayuno para el día siguiente.

¿Qué hubiera dado yo por la oportunidad de verme en ese escaparate de los libros más vendidos a escasos días de Navidad?

Los sueños son esa pequeña parcela indefendible de ti mismo que juegan a la ilusión camuflados en el bienestar y el amparo de las sombras de tu mente. Pero, luego eres tú quien tienes que enfrentarte a la realidad de sus miserias.

Los guantes rotos, las yemas de los dedos al aire, unos zapatos de suela repisada y mil voces resbalando en las paredes de mi mente, junto con las lágrimas que el frío había dejado en el balcón de mis ojos. O quizá habían sido estos putos sueños.

Al doblar la esquina unos faros potentes me deslumbraron. Una voz femenina me susurró algo al oído. Abrí los ojos de nuevo. Un abrigo largo, unas botas de tacón negro y una larga melena pelirroja. Intenté preguntar y en ese momento sentí como mi cuerpo me abandonaba cayendo al suelo en una nebulosa.

Al despertar, he aparecido aquí. Tirado en la arena, con una frontera de verde que nada tiene que ver con el gris de mi ciudad, con el frío de mi realidad, con la miseria de mi vida.

isla del escritor

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Dos mujeres, vestidas con el mismo traje que traemos todos al llegar a este mundo, me han recibido.

La sorpresa no ha sido sólo esta. La sorpresa ha sido ver que yo estaba exactamente igual que ellas. La sorpresa y la vergüenza, al enterarme como me he enterado de que estaba desnudo. Las risas indisimuladas de ambas al comprobar mi erección al levantarme del suelo al golpe de un de las lanzas con las que me apuntaban.

El primer impulso ha sido taparme, pero ¿para qué? Ya habían contemplado todo lo que podían contemplar. De hecho, más que cualquier otra mujer en los últimos tres años. Casi podíamos calificarlo de triunfo completo.

Abandoné la playa de lo que parecía ser una isla, escoltado por la amabilidad de aquellas dos amazonas burlonas, que al menor gesto mío cambiaban su aparente jovialidad por la ferocidad que se le supone a toda amazona.

Ni una respuesta, ni una frase, tan solo una orden:

—Camina.

He de reconocer, que en otras circunstancias, esta situación me hubiera dado el suficiente morbo como para intentar incorporar mi lanza a sus manos en un juego a tres bandas. Pero, no en aquellas. Aquellas no eran las mejores circunstancias para intentarlo.

Una choza sin paredes al final de un angosto camino bordeado de plantas exóticas. En el interior una mujer exuberante. Con el mismo vestido que mis guardianas. Pelirroja, la cara salpicada de pecas. Volví a notar mi erección. No hubo respuesta en su rostro.

—¿Te preguntarás qué haces aquí?—dijo situando su cara frente a la mia.

—Supongo que me lo vas a contar tú. No suelo perder el tiempo en preguntarme cosas que no puedo responderme. Aprendí eso hace tiempo.

—Se nota. Por eso malvendes tu talento por dos mendrugos de pan y un plato de sopa.

—Vivo—respondí lacónico.

—Malvives.

—¿Y quien no?pregunté encogiendo los hombros y mostrando las palmas de las manos en señal de resignación.

—Los que dominan. Los que se imponen. Yo. Estás en mi isla. Estas son algunas de mis hermanas-lo dijo señalando a las que me apuntaban con las puntas desnudas de sus lanzas- Y estarás aquí hasta que seas capaz de ganar tu libertad. Con ella, te espera la gloria. Si la consigues.

—¿Esto es una broma, verdad? ¿Dónde están las cámaras?

—En tu mano está, tu vida, tu futuro y el del resto de la humidad. Nosotras controlamos el acceso al agua, por ejemplo, de toda la humanidad-lo dijo enarcando una ceja mostrando un gesto tremendamente atractivo- En las distintas partes de la isla, otros como tú, de otras disciplinas, han sido capturados con el mismo fin. Ver, si la humanidad merece la pena, o de lo contrario debe ser extinguida. Quien se lo gane, será mi semental, copulará conmigo y con el resto de mis hermanas, para generar una nueva humanidad. Una humanidad distinta y pura. Dónde las mujeres ocupen el verdadero lugar que le corresponde. Puede haber uno, o varios. De vosotros depende.

—¿Me estás diciendo que no puedo salir de aquí? ¿Qué me retienes en contra de mi voluntad porque el mundo es una mierda y tú , con gestos como éste, te consideras mejor? ¿Y que lo que voy a ganar, si gano, es ser tu esclavo sexual de por vida, para repoblar el mundo?

—Exactamente—respondió poniendo sus manos en las caderas y dejando ver sus pequeños pechos apuntándome directamente.

—¡Planazo, vamos!¡Estáis muy locas vosotras! Yo me voy a de aquí ahora mismo–las puntas de las lanzas se hundieron levemente en mi espalda haciéndome sangrar levemente y consiguiendo que me frenase en seco.

–Junto al tranquilizante que te aplicamos para traerte aquí, incorporamos otras dos cosas más. Una, un chip localizador que controlo desde aquí—Mostró un pequeño aparato—y la otra, una capsula con un virus letal que se activa por remoto desde el mismo lugar. Si se te ocurre incumplir alguno de los términos, la capsula se activara y morirás en segundos. Serás pasto de los peces, y buscaremos a otro, que sea más inteligente y decidido que tú.

—¿Y qué te hace pensar que me importa morir?

—La erección de tu miembro…tus lágrimas de anoche, al contemplar el escaparate de aquella librería. Ahora tienes una historia que contar. Sólo tienes que contarla satisfactoriamente para salir de aquí. Una historia para conquistarlos a todos. Una historia para ganarme a mi, una historia para ganar el paraíso—dicho lo cual se acercó a mi me agarró por la nuca y me besó hundiendo su lengua hasta el fondo, tan fuerte, tan sensual, tan rápido, que no me dio tiempo a responder.

El futuro de la humanidad en manos de unas locas.

O quizá no. El futuro de la humanidad en manos de algunas mentes, brillantes o no, no era yo quien para determinar ese aspecto. Unas mentes que, si cumplían con los que las amazonas pedían, ganarían la gloria, la paz y el mayor de los reconocimientos; la posibilidad de seguir viviendo la vida de la manera que quisieran…o no.

Este podría ser el comienzo del relato con el que participo de una iniciativa verdaderamente apasionante: La Isla del Escritor.

¿Qué es esto?verkami_4309fb535034cbfea700b0226bec319e

Pues esto es una iniciativa que se nos ha ocurrido a un grupo de locos para apoyar el proyecto de unos chicos que os presenté hace tres viernes aquí en Un ratito con…José y Meritxell. ¿Aún no lo has visto? ¡Madre mía!

Su proyecto para ayudar a jóvenes y no tan jóvenes escritores a realizar su sueño en la literatura a través del juego, necesita un empujón.

Recordad que lanzaron una campaña de crowdfunding para que la herramienta de creación literaria y su plataforma pudiera salir hacia delante.

Os dejo el link aquí.

¿Qué se nos ha ocurrido?

Pues unido a todas las cosas que se ganan si dejáis vuestra aportación, una aportación a la medida de vuestras posibilidades, os lleváis cursos literarios, suscripciones, avatares y además…un libro.

Si. Cómo lo oyes.

¿Cómo se te queda el cuerpo?

Un libro en el que en más de 200 páginas, disfrutarás de un total de 40 relatos. Un libro que será editado en principio en formato electrónico. Pero no descartamos otras posibilidades. Un libro que saldrá a un precio de 3,99€, ¡Tirado!

Pero es que, es más, si veis un segundo, la aportación mínima en la campaña es de 5€. Es decir, por un euro más te puedes llevar un montón de cosas más.

Dale una vuelta, ¡colabora en cultura!

Ayúdanos a alcanzar un sueño. Sino, algún día puede pasar como en este relato.  😆

J.C. Sanchez
JC Sanchez
jcs@jcsanchez.eu
2 Comentarios
  • Paula
    Publicado a las 05:32h, 11 noviembre Responder

    A clever way to introduce a new book! And a clever way to get the reader’s attention for crowdfunding!

    • Jose Carlos
      Publicado a las 07:15h, 11 noviembre Responder

      Hola Paula. Muchas gracias, por comentar nuevamente.
      A mi me parece que es una muy buena oportunidad para colaborar con un proyecto interesante que ponen en marcha estas personas, con mucha ilusión y ganas. Cambiar las cosas es difícil, lo sabemos pero sin ganas de hacer cosas es prácticamente imposible transformar la realidad.
      Con muy poquito podemos conseguir que esta transformación sea muy grande, por lo menos en el ámbito de la literatura.
      Un abrazo fuerte.

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