TE EXTRAÑO

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TE EXTRAÑO

Extraño tu piel resbalando por mis manos, 

tus pechos aplastandose en mi cuerpo

mientras me mezo tranquilo sobre ti, 

al arrullo de las olas de tus sabanas.

Echo de menos tus silencios, tus caricias,

tus suspiros, tus miradas, que al preguntar

dicen más cosas que tu boca

contestando con un nada.

Extraño tus dedos por el perfil de mis labios

tus hombros desnudos encogiendose sin ganas,

tus pasos cadenciosos, desprendidos, por la casa

buscando el aliento perdido entre combate y combate

de cuerpos amándose sin miedo, sin tiempo, con ansia. 

Extraño tus mimos, tus manos, tu risa, tu sexo, 

tu forma de decir las cosas aun cuando 

no hay palabras que perturben los silencios de la estancia.

Echo de menos tu presencia…

echo de menos la magia que desprenden nuestras vidas

tan lejanas, y sin embargo apegadas.

Echo de menos amarnos, 

echo de menos tu afán en las manos contenido

apretandose en mi espalda,

pensando quizá ¡ya ves que loco!

que no habrá más veces en nuestros días,

entre tu distancia y mi distancia. 

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J.C. Sanchez
JC Sanchez
jcs@jcsanchez.eu
13 Comentarios
  • Carol
    Publicado a las 06:15h, 22 abril Responder

    Es hermoso extrañar porque encierra el deseo de volver a tener. Yo lo veo como algo ilusionante y positivo, aunque a veces pueda ser frustrante.

    Delicado, sencillo y hermoso, como siempre, José Carlos.
    Gracias por escribir.

    • Jose Carlos
      Publicado a las 16:40h, 22 abril Responder

      Hola Carol.
      Muchas gracias por tu comentario, y por tus palabras. Ciertamente, estoy de acuerdo contigo, creo que ese deseo al final entraña de alguna manera el deseo de volver a tener a la persona a la que se echa de menos, es positivo, pero a la vez encierra un sentimiento contradictorio, sobre todo para quien espera.
      Delicado comentario, sencillo, y elegante. Gracias por estar.
      Un bs.

  • John Madison
    Publicado a las 09:35h, 22 abril Responder

    Muy romántico aunque describes el mismo acto del amor entre dos, los noveles siempre tenemos miedo del erotismo en los textos, al menos yo, a veces uno se pasa o no llega. Hermoso, me has arrancado un suspiro muy, hondo, esto solo me ocurre cuando estoy como suelo decir, volando en una nube. Bello. Abrazos.

    • Jose Carlos
      Publicado a las 16:49h, 22 abril Responder

      Hola John, un placer tenerte de vuelta por aquí.
      En general, entiendo lo que dices. El miedo siempre esta presente a la hora de enfrentarse al folio vacío, pero en este caso te diría que, no lleva a nada, que te lances, que mejor por exceso que por defecto. Que narres las cosas tal cual las sientas, las vivas, o pienses que deben ser vividas. No hay nadie que tenga la razón verdadera sobre un tema, o una cosa, sino que hay multitud de formas de vivirlas y verlas, siempre habrá quien lo vea como tu, y quien por supuesto esté completamente en contra. Esto no debe detenerte, porque tu eres sincero con lo que dices y vives. No te engañes, no escribas primero para los demás y después para ti mismo. Recomiendo desde mi experiencia, muy modesta por supuesto, hacerlo a la inversa.
      Me alegro que te hayas sentido así, por supuesto, y que andes volando en una nube. Es el mejor transporte. Disfruta ;P
      Un fuerte abrazo.

  • Magdalia
    Publicado a las 09:47h, 22 abril Responder

    Cuando las pieles y los cuerpos tiemblan con intensidad y por el motivo que sea se han de separar, que no quiere decir que se haya acabado esa pasión, ese amor… ese estar… pero un@ se siente vacío, más apagado, más melancólico por esa no presencia…
    Y es que el amor, la pasión… son así.
    Besos.

    • Jose Carlos
      Publicado a las 16:57h, 22 abril Responder

      Hola Magdalia, gracias por comentar y volver por aquí.
      Desde luego los cuerpos tienen esa memoria sensorial que extraña el tacto de la piel amiga con cierta frecuencia, el calor de las caricias, de los receptores de esos rincones que solo ciertas partes de nuestro cuerpo conocen.
      No hay que dejar mucho tiempo al olvido…
      Bs

  • Elia
    Publicado a las 11:04h, 22 abril Responder

    Qué maravilloso apreciar esos momentos que se han tenido y ahora se anhelan. Hay gente que no la vive jamás! Hablas de un exotismo envuelto en Romanticismo, fíjate que no digo lo contrario.
    Yo también echo de menos esa etapa envuelta de magia donde hasta el mínimo detalle te parece lo más hermoso. Un beso J.C

    • Jose Carlos
      Publicado a las 17:01h, 22 abril Responder

      Hola Elia.
      Muchas gracias por comentar. Lo valoro mucho, tu y yo sabemos por qué.
      A mi modo de ver, tan sólo está en nosotros recuperar esa magia en nuestras relaciones, sólo depende de nosotros, hacer de un encuentro algo anodino, aburrido e inexpresivo, o algo erótico y romántico, algo deseado con la fuerza de otros tiempos. Y si…por cualquier circusntancia eso no se recupera, mi recomendación es clara, solucionarlo o cambiarlo. No es posible una relación sea esta en la edad que sea, sin pasión y sin magia, porque es aburrida, y a todos nos gusta sentirnos deseados y queridos, envueltos en un halo de magia y misterio, en ese momento en el que nos esperan como a el agua en el desierto.
      Un beso.

      • Elia
        Publicado a las 17:16h, 22 abril Responder

        Puse exotismo en tu comentario y era erotismo, palabras muy diferentes.
        Muchas gracias por tu sabio consejo el cual comparto contigo, hay edades en que la mujer se siente más sexy y necesita que su pareja la mire con esos ojos, que la magia reaparezca y si no es así hay que pensar que hacer. Gracias de nuevo y un beso!

  • Erika Martin
    Publicado a las 20:11h, 22 abril Responder

    Qué largos se hacen esos días en los que la distancia te separa de tu ser amado. Sin embargo, la magia y el romanticismo que surge cuando lo tienes de nuevo entre tus brazos, es una de las mejores sensaciones que se puede tener a nivel pareja.
    Un beso, J.C.

    • Jose Carlos
      Publicado a las 18:26h, 24 abril Responder

      La verdad, que bajo mi punto de vista la magia reside en nosotros mismos. Es cierto que puede aparecer cuando lo tenemos en nuestros brazos, o incluso no aparecer cuando estamos en ellos. Es cierto que la idealización de la distancia, o al menos en mi caso así lo veo, nos concede una visión que permite vivir de una manera casi real aquello que añoras.
      No obstante, piel con piel, no hay nada que pueda superar esto.
      Un beso, y muchas gracias por comentar Erika.

  • cindy
    Publicado a las 19:55h, 23 abril Responder

    El romance y el amor, amando con pasión, hermoso poema. Gracias por compartir este hermoso trabajo J.C.

    • Jose Carlos
      Publicado a las 18:23h, 24 abril Responder

      Muchas gracias por tu comentario Cindy. Eres muy amable.
      Un abrazo

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